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Discurso del presidente del Parlamento de Cantabria en el acto de conmemoración de los 60 años de la Asociación de Sordos de Santander y Cantabria.

Permitidme en primer lugar daros la más afectuosa bienvenida al Parlamento de Cantabria, la casa de todos los cántabros y, de modo muy singular, de todos aquellos que se ven afectados por algún tipo de discapacidad.

 Es un honor y una satisfacción para el Parlamento acoger en este patio la celebración del 60 Aniversario de una Asociación cuyos valores tanto tienen que ver con los que esta casa representa.

Pero es que además es un deber para el Parlamento derivado de un mandato constitucional.

 El Art. 49 de la Constitución Española nos ordena a los poderes públicos que realicemos una política de rehabilitación e integración de los discapacitados, en nuestro caso con discapacidad auditiva, a los que debemos prestar la atención requerida, para que puedan disfrutar  de todos los derechos que la Constitución otorga al resto de los ciudadanos.

 Y no sólo eso. En el Parlamento queremos llevar a cabo una discriminación positiva a favor de los discapacitados y, en aplicación del principio de compensación, dar más donde más se necesita.

Consecuentemente, atenderemos vuestras demandas, en la medida de nuestras posibilidades, con prioridad a las del resto de los ciudadanos.

Sabéis en la Asociación de Sordos que el Parlamento ha estado, está y estará siempre a vuestro lado en todo aquello que os podamos ofrecer.

En todo caso, nuestra aportación al colectivo de los sordos siempre será insignificante en comparación con la labor de vuestra Asociación, de su Presidente, de todos los Ex Presidentes aquí presentes, y de su Junta Directiva. Como reza uno de los lemas que guía vuestro trabajo, lo habéis dado todo sin esperar recibir nada a cambio.

Es un deber pues reconocer públicamente aquí la generosidad de estas personas que han invertido su tiempo, su esfuerzo y su dedicación a:

-    mejorar la calidad educativa de las personas sordas;

-    luchar por suprimir las barreras de la comunicación;

-    sensibilizar a la opinión pública sobre la situación de las personas con discapacidad auditiva;

-    gestionar ayudas para el desarrollo de programas sociales, educativos y culturales  a favor de este colectivo;

-    y, en fin, sin pretender agotar vuestras actividades, fomentar la formación y el empleo para las personas sordas.

Quiero dedicar una breve mención a este último objetivo, el de fomentar la formación y el empleo para el colectivo de las personas sordas.

Al parecer, como consecuencia de la actual crisis económica, la situación laboral entre los discapacitados auditivos ha empeorado más que la del resto de la población oyente. Además, cuando se quedan en paro, su reinserción laboral resulta también más difícil, ya que se ven excluidos de los procesos de formación y de reciclaje a causa de las barreras de la comunicación.

El problema sin duda es muy complejo y las soluciones difíciles. Estimo, sin embargo, que todos debemos esforzarnos por aportar iniciativas y propuestas dentro de nuestro respectivos ámbitos de actuación.

 Está demostrado por ej. que las personas sordas desempeñan muy bien sus trabajos, particularmente aquellos en los que se requiere un alto nivel de concentración, ya que son capaces de centrarse en la labor que realizan mejor que el resto de los trabajadores, al no afectarles los estímulos externos.

 Y esto debieran saberlo todas las empresas y sería preciso en tal sentido llevar a cabo un esfuerzo añadido de información y sensibilización a las mismas.

Algo semejante habría que hacer con respecto a la reinserción laboral. Si los procesos de nueva formación resultan cruciales para la misma, y fallan en nuestro colectivo por la existencia de barreras comunicativas, tendremos que priorizar la eliminación de dichas barreras. En tal sentido, el aprendizaje del lenguaje de signos por parte de los profesionales que lleven a cabo la formación o el incremento del número de intérpretes serían seguramente factores decisivos.

En otro orden de cosas tenemos, sin embargo, una noticia alentadora. En las próximas elecciones generales del 20 de noviembre, las personas sordas podrán participar por primera vez en las mesas electorales. Se trata sin duda de un paso positivo en la integración de las personas con discapacidad auditiva en condiciones de igualdad respecto al resto de los ciudadanos.

Debo concluir con un capítulo de felicitaciones:

-    En primer lugar al Ayuntamiento de Santander, aquí representado por su concejal de Autonomía Personal, que ha obtenido el “PREMIO CERMI.es 2011”, por su Plan para la Atención y Promoción de las Personas con Discapacidad.

-    A todos los Ex Presidentes de la asociación de Sordos de Santander y Cantabria, a los que se les reconoce hoy en este 60 aniversario  su pasada labor en pro de este colectivo;

-    A las Personas con discapacidad auditiva que han cumplido sus bodas de plata en la Asociación;

-    A la socia nº 1, Dña. Mª Luisa Lanza;

-    Y por último, a la Asociación de Sordos de Santander y Cantabria, y a su Presidente, por su trabajo, esfuerzo y dedicación para mejorar la calidad de vida de las personas sordas de nuestra comunidad.

Y a todos ustedes, en nombre propio y de la Asociación, muchas gracias por su asistencia a este acto.