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INAUGURACIÓN DE LOS XXIX CURSOS DE VERANO DE LA UNIVERSIDAD DE CANTABRIA

Lunes, 24 de Junio de 2013

El presidente participó en Laredo en la inauguración de la XXIX edición de los Cursos de Verano de la Universidad de Cantabria. La lección inaugural corrió a cargo del secretario de Estado de Cultura, José María Lasalle.

 

DISCURSO DEL PRESIDENTE DEL PARLAMENTO

-    Sr Rector de la Universidad de Cantabria,

-    Sr. Secretario de Estado,

-    Sr. Delegado del Gobierno,

-    Sr. Alcalde de Laredo

-    Sra. Vicerrectora de Cultura, Participación y Difusión,

-    Sr. Director de los Cursos de Verano,

-    Distinguidas autoridades,

-    Sras. y Sres. Disculpar la ausencia del Presidente del Gobierno de Cantabria; Felicitar al Profesor José Mª Lassalle, por su brillante conferencia.

Al inaugurar hoy la vigésimo novena edición de los cursos de Verano de la Universidad de Cantabria, debo en primer lugar manifestar en nombre del Parlamento, y en el de toda Cantabria, la satisfacción por que, una vez más, los pueblos y ciudades de Cantabria, y el propio Parlamento, se van a convertir en escenarios de difusión del saber y del conocimiento generado en nuestra Universidad.

No pudo por menos que compartir, a este respecto, la filosofía con la que se plantean los Cursos de Verano, como uno de los medios privilegiados de trasferencia a la sociedad del conocimiento que en la Universidad se genera. La inauguración de estos cursos constituye un buen momento para reflexionar sobre las funciones que a la Universidad le son propias y cómo, aparte de la docente e investigadora, es muy necesario que en la situación delicada en la que nos encontramos, la trasferencia del conocimiento se constituya en prioridad ineludible.

Por un lado, necesitamos más que nunca el conocimiento y la orientación provenientes del espacio superior de análisis, de reflexión y de investigación de  la Universidad, en la situación de desconcierto en la que se encuentra sumida nuestra sociedad. Disponemos de mucha información, abundan el ruido y la confusión, pero no acabamos de tener una cabal comprensión de lo que realmente ocurre.

Todo ello nos obliga a mirar a la Universidad y estar muy atentos a las conclusiones de estos foros de difusión y debate que son los Cursos de Verano. Es en ellos donde esperamos se desarrollen las mejores y más innovadoras propuestas en este campo. Por otro lado, la preocupación de los Cursos no puede desconectarse de la difícil situación económica por la que atravesamos. En una economía globalizada, el gran secreto reside en la competitividad.

Difícilmente podremos competir con los países emergentes por el lado de abaratamiento de los costes de los productos. La alternativa que nos queda, pues, es la de la calidad y la excelencia, provenientes de la alta investigación, de la innovación y de la trasferencia del conocimiento al tejido productivo. Son precisas más que nunca estructuras de interfase entre el mundo universitario y las empresas, que articulen los procesos de trasferencia del conocimiento.

Y serán precisas también reformas en este sentido en la propia Universidad que faciliten la participación de los investigadores en el mundo de las empresas. En síntesis, apuesto por una Universidad de Cantabria abierta y competitiva, que favorezca la competitividad de nuestra comunidad Autónoma y que, consiguientemente, siga siendo el motor de nuestro desarrollo regional. En la situación crítica en la que nos encontramos, es asimismo indispensable la austeridad, y algunos la hemos practicado siempre, también en tiempos de bonanza económica. Si todos hubiéramos practicado esta virtud, tendríamos ahora  con toda seguridad menos dificultades.

En todo caso, la sostenibilidad debe urgirse y exigirse en nuestros tiempos de forma perentoria, en todos los ámbitos y en todas las instituciones, también en las nuestras, por supuesto. Por último, quiero manifestarle, S. Rector, que para el Parlamento, la Universidad de Cantabria constituye una prioridad incuestionable, a la que apoya y apoyará en todas sus iniciativas, como lo es esta magnífica programación de los Cursos de Verano 2013.

Y lo hace, de modo incondicional, y sin distingos de credo o adscripción política.  Son ya 29 años de andadura, desde aquel inicio en Laredo, como sede única, en los que, de modo creciente en cantidad y calidad, los Cursos de Verano de la Universidad de Cantabria han venido interaccionando con la sociedad de nuestra región y enriqueciéndola culturalmente.

La ciudadanía cántabra se siente muy orgullosa y agradecida por todo ello y en su nombre se lo  deseo patentizar en este acto.    

Gracias por convertir a Cantabria en una verdadera “región de Conocimiento”