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EL PARLAMENTO ACOGIÓ EL ACTO DE CONMEMORACIÓN DEL XXXIII ANIVERSARIO DEL ESTATUTO DE AUTONOMÍA

Domingo, 01 de Febrero de 2015

El acto estuvo dedicado a los productores agroalimantarios de la región, y contó con las intervenciones del hostelero sevillano, Rogelio Gómez, y el escritor y periodista Alfonso Ussía.

 

Un abarrotado patio del Parlamento de Cantabria acogió el solemne acto institucional para conmemorar el XXXIII aniversario del Estatuto de Autonomía. Esta edición se dedicó a homenajear a los Productores Agroalimantarios Cántabros. Intervinieron en el acto el hostelero Rogelio Gómez, y el escritor y periodista, Alfonso Ussía, que dedicaron palabras a los productos cántabros y la proyección que hacen de Cantabria más allá de sus fronteras.

 

Minutos antes del acto ambos firmaron en el Libro de Honor del Parlamento. Durante el acto se proyecto un vídeo sobre los productores agroalimentarios realizado por el Centro Territorial de RTVE en Cantabria. Tras los discursos actuaron:

 

-Dúo Julián Revuelta “El Malvís y Puri Díaz : “¿Dónde vas morenuca”.

-Luis A. Agüeros, Esther Terán, Toñín Peláez, Puri Díaz y El Malvís: Cóctel de tonadas montañesas.

-Grupo de Danzas “Santa Justa” de Ubiarco: Jota Montañesa.

-Ronda “La Esperanza” de Requejo: “Asómate a la ventana”.

-Miguel Cadavieco: Coplas al rabel.

-Banda de Gaitas “Cantabria”, que interpretó el himno de Cantabria.

 

 

 

DISCURSO DEL PRESIDENTE DEL PARLAMENTO

 

XXXIIIº  ANIVERSARIO DEL ESTATUTO DE AUTONOMÍA

(1 de febrero de 2015)

 

 

- Presidente de Cantabria,

- Delegado del Gobierno,

- Miembros de la Mesa del Parlamento

- Consejeros del Gobierno de Cantabria,

- Autoridades,

Señoras y Señores, amigos todos:

Bienvenidos una vez más a este Parlamento de Cantabria para celebrar nuestro Estatuto de Autonomía, en su trigésimo tercer aniversario.

Bienvenida especialmente afectuosa a los elaboradores de productos agroalimentarios de la región.

Bienvenida y agradecimiento a Rogelio Gómez y Alfonso Ussía, que se han desplazado desde Sevilla y Madrid, respectivamente, para acompañarnos en esta conmemoración, pese a la muy adversa situación meteorológica.

Como habréis podido advertir, en esta ocasión hemos considerado que la mejor manera de conmemorar el Estatuto, y de hacer Autonomía, es reconocer el trabajo y el esfuerzo de todos cuantos elaboran los productos agroalimentarios de Cantabria. De los que trabajan día a día, creando riqueza y puestos de trabajo en nuestra Comunidad.

Ya en pasadas conmemoraciones de la Constitución y del Estatuto hemos prestado un merecido reconocimiento a otros colectivos especialmente significativos para la producción de riqueza en nuestra región:

-          El de las sufridas mujeres rurales y ganaderas,

-          El de las mujeres de la mar: nescatillas, rederas, mariscadoras y conserveras,

-          El de los empresarios y jóvenes emprendedores, singularmente importantes para el empleo.

 

Hoy homenajeamos a los elaboradores de productos agroalimentarios por razones varias:

Primero, por razón de oportunidad en relación con la conmemoración del Estatuto. Nuestros típicos productos autóctonos, sobaos, anchoas y orujo por ejemplo, constituyen signos identitarios de la región. Forman ya parte de nuestro patrimonio cultural y, gracias a ellos, Cantabria es reconocida allende sus límites territoriales.

En segundo lugar, por motivos de equilibrio socioeconómico regional. Los autónomos y empresas agroalimentarias dan salida a los productos del sector primario de la región. Fijan la población en las áreas rurales y contribuyen, en consecuencia, a mantener vivos nuestros paisajes y nuestros pueblos. Cantabria es de las pocas regiones del país en las que la población rural se ha incrementado.

En tercer lugar, porque nuestros riquísimos productos alimentarios constituyen la base, la materia prima y la esencia para el turismo gastronómico, de gran importancia para la Comunidad Autónoma.

Y por último, y lo que es más importante, porque este sector sigue creando riqueza y generando empleo en nuestra región. Las cifras hablan por sí solas: en torno a mil millones de €  de ventas al año, el 6% del PIB regional y el 10% del empleo de la Autonomía. La creciente capacidad de emprendimiento del sector lo ha dinamizado de tal modo que, incluso en la reciente crisis, ha seguido en clara expansión.

Con motivo del merecido reconocimiento a los elaboradores de nuestros productos autóctonos,  además del homenaje  que les rendimos en este Acto Institucional,  el Parlamento ha puesto en marcha otras dos iniciativas.

La primera de ellas ha consistido en un Concurso de Relatos Cortos, en Internet y en  formato blog.  Ayer, en este mismo marco, celebramos el acto de entrega de premios.

Todos los relatos participantes en el Concurso han tenido que versar necesariamente sobre los productos agroalimentarios de Cantabria, y sus sabores han actuado como elemento evocador e inspirador para los autores.

Su objetivo se ha dirigido a promover un mayor y mejor conocimiento de nuestros productos a través de su  difusión en el amplio espacio de Internet y de las redes sociales.

Lo hemos titulado “A qué sabe Cantabria”, porque los sabores quedan siempre fijados en el recuerdo sensorial y nos acompañan de por vida. Y también, porque los sabores nos vinculan a nuestro lugar de origen, a la casa familiar, a la región en la que hemos nacido y en la que nos hemos criado.

El Concurso ha tenido la virtualidad de promover en la Red un gran interés por parte de los internautas hacia nuestros productos y sabores. Se han presentado 300 relatos de autores muy variados: cántabros de origen, residentes en Cantabria, cántabros de adopción, y todos aquellos que, por una u otra razón, recuerdan y añoran los sabores de Cantabria.

Han sido 300 historias originales, con enfoques variopintos, pero en las que siempre han estado presentes experiencias y sabores vividos en nuestra región.

Han sido 300 demostraciones populares y emocionales de amor hacia Cantabria.

Y han sido otros tantos homenajes a las mujeres y hombres que trabajan en el sector de la elaboración agroalimentaria.

 La segunda iniciativa de reconocimiento a los elaboradores ha consistido en la organización de la Muestra y Mercado de Productos Agroalimentarios que acoge este Patio Central del Parlamento.

Nos ha parecido que la mejor forma de homenajear al elaborador de un producto es mostrarlo públicamente, darlo a conocer al consumidor, y que éste lo pueda saborear, valorar y, por supuesto, comprar.

El objetivo de esta iniciativa reside pues, en constituir una oportunidad para la promoción y la venta. Ha sido concebida al modo de un mercado netamente popular de los productos más típicos y artesanales de la región, en el que los consumidores podamos degustarlos y comprarlos libremente.

Hemos llamado a esta Muestra y Mercado, “Cantabria, en el Origen del Sabor”. Es una clara apuesta por enfatizar la excelencia y exclusividad de nuestros productos y, como consecuencia, por vincular su originalidad como base para la más selecta gastronomía.

Nuestra convocatoria ha reunido en este Patio a 45 fabricantes artesanos, pues el espacio es reducido, pero la Muestra es diversa y suficientemente representativa. Tienen su sitio la práctica totalidad de las zonas y comarcas de Cantabria: Asón-Agüera, Trasmiera, Santander, Valles Pasiegos, Besaya, Saja –Nansa, Liébana y Campoo-Los Valles.

Por otro lado, están presentes todos los sectores de la elaboración agroalimentaria: la Repostería, las Conservas, los Productos Lácteos y las Bebidas y Licores. Están los productos de siempre, cargados de tradición y excelencia, los sobaos, las anchoas y el orujo por ejemplo, pero también los emergentes como la cerveza, la sidra y el vino de la costa.

Y a la par que diversa y representativa, la Muestra se caracteriza por la calidad, excelencia y exclusividad de los productos expuestos.

 Los elaboradores que aquí exponen saben bien que en la actualidad los consumidores buscan los productos de calidad, artesanales, de confianza, y no los de procedencia desconocida.

Saben también que estamos en un mundo globalizado, en el que Internet y el comercio electrónico facilitan la información y la venta de miles de marcas de un mismo producto.

Saben, en consecuencia, que  es esencial facilitar a los potenciales clientes referencias de calidad y de procedencia, avaladas por los sellos de calidad. Los de Denominación de Origen Protegida, Denominación Geográfica Protegida, Calidad Controlada, Especialidad Tradicional Garantizada, son algunos de ellos.

Saben que, cada vez más, los consumidores elegirán los productos cuya calidad, origen y confianza esté garantizada por tales sellos.

Y saben, finalmente, que dichos sellos de calidad suponen también la defensa de la originalidad de sus productos y, por lo mismo, de las propias comarcas y zonas en las que se elaboran.

El Parlamento presta, pues, en el día del Estatuto, su reconocimiento y homenaje formal e institucional a todos los que elaboráis los excelentes productos agroalimentarios en Cantabria,

porque contribuís  a la conservación de nuestro Patrimonio,

porque garantizáis la biodiversidad de la región,

porque promovéis el desarrollo sociocultural, gastrónomico y turístico de nuestras zonas rurales,

y, sobre todo, porque creáis riqueza y puestos de trabajo en Cantabria.

Es también éste el momento de manifestar nuestro agradecimiento a las dos personalidades que nos han querido  acompañar e intervenir en este homenaje. Me consta que ambos lo han hecho por razón de afecto hacia vosotros, hacia este Parlamento y hacia Cantabria.

Rogelio Gómez, hijo del jándalo Trifón, que era de San Martín de Toranzo, nació andaluz, pero es nuestro mejor embajador gastronómico en Sevilla. Su tienda- bar, “La Flor de Toranzo”, en la calle Jimios, cerca de La Maestranza, es como un gran hogar montañés. Allí Rogelio, con el arraigo cántabro heredado de su padre, prepara sorprendentes recetas culinarias con nuestros productos gastronómicos. Gracias Rogelio por tus sentidas palabras.

Alfonso Ussía no precisa presentación. Es nuestro representante afectivo en el mundo de las Letras y del Periodismo. En ambos ámbitos Alfonso sienta cátedra con su brillante e incisivo verbo literario. Vive en la Villa y Corte, pero está muy vinculado a Cantabria por razón de vecindad ocasional. Siempre que puede se escapa y busca refugio en Riolobuca, para disfrutar de nuestra tierra y de lo nuestro, de nuestros deportes autóctonos, de nuestras tradiciones y de nuestra gastronomía. Gracias, Alfonso, por tu magnífico parlamento.

Sras. y Sres., en el día del Estatuto de Autonomía es obligado que incidamos una vez más sobre el ser y sentido de la Autonomía, sobre su esencial virtualidad, que es la de prestar el mejor servicio posible a la ciudadanía.

A los ciudadanos de hoy no les preocupa ya que la Comunidad Autónoma asuma más o menos competencias. Tampoco les inquieta lo más mínimo el protagonismo de quién las ejerza, la Administración central, la Autonómica o la Local. Lo que realmente les importa es la calidad de los servicios que se les ofrece, independientemente de quién los gestione. Lo esencial es poder disfrutar del mayor grado de bienestar posible y no de pujar por competencias e identidades.

Las Comunidades Autónomas cuentan con el incentivo positivo de poder ser más competitivas en la mejora de la calidad de los servicios que prestan.

Nuestra Comunidad, además, debido a sus reducidas dimensiones, puede potenciar al máximo la eficiencia. Está en mejores condiciones que otras para  conocer sus puntos fuertes e impulsarlos y potenciarlos. Podemos ser una comunidad austera y muy eficiente y, por lo mismo, claramente competitiva y más solidaria.

En esta última celebración del Estatuto de la presente legislatura debo referirme también, a modo de mínimo balance, al funcionamiento de esta cámara, el Parlamento de Cantabria.

Es preciso dejar bien sentado, en primer lugar, la plena vigencia de esta institución a la que, como nos recuerda el Estatuto, le corresponde:

-          Representar al pueblo de Cantabria,

-          Expresar su voluntad política y

-          Ejercer la función  legislativa y la de impulso y control del Gobierno.

Considero que, en el ejercicio de las funciones antes señaladas, es singularmente relevante el debate y el contraste de las diferentes alternativas, defendidas por los representantes de las distintas opciones políticas. Para un mismo problema caben soluciones distintas, dispares y aún opuestas, y todas ellas representan sensibilidades legítimas procedentes de la ciudadanía. Todas pueden y deben tener pues cauce en el debate parlamentario. Es la esencia de la libertad y de la democracia.

Junto al cometido esencial anterior, el Parlamento se ha empeñado en esta legislatura en promover un mayor acercamiento y participación de la ciudadanía en la propia vida parlamentaria. Ese ha sido nuestro reto. El Parlamento es consciente de que la participación ciudadana no se acaba con depositar un voto en una urna cada cuatro años.

En el ámbito del conocimiento, el Parlamento tiene su espacio en todas las redes sociales. Hemos procurado este nexo de unión permanente con la ciudadanía mediante nuestra presencia en todas ellas.

En el de la participación, hemos puesto en marcha la herramienta “Parlamento Abierto”, que posibilita a los ciudadanos aportar sus opiniones en los debates parlamentarios de los Proyectos de Ley.

El Parlamento ha sido y es consciente, además, de que la calidad de la democracia de una institución depende de su transparencia, de la capacidad que la ciudadanía tenga de conocer y controlar su actividad. Y es aquí donde los ciudadanos de Cantabria pueden sentirse realmente orgullosos de su Parlamento. El Parlamento de Cantabria ha sido valorado por la Organización de Transparencia Internacional como la institución más transparente de todas las Cámaras Legislativas de España, Congreso y Senado incluidos. Ha obtenido una valoración global de 98,8 puntos sobre 100, el único Parlamento con puntuación sobresaliente, estando la media general de los mismos en 64,1 puntos.

Sras. y Sres., tras los trágicos atentados terroristas acaecidos días atrás en Francia, no quiero concluir  este discurso sin referirme al derecho fundamental de la libertad, al que  precisamente dedicamos la celebración del pasado día de la Constitución, hace tan sólo dos meses. La más cruda amenaza contra la libertad es la barbarie terrorista del signo que sea. Nadie puede sentirse libre ante las metralletas terroristas. Los estados democráticos hemos de rechazar y luchar con firmeza y de forma coordinada para evitar la coacción que el terrorismo quiere imponer a nuestras libertades esenciales. Y ello en un marco de convivencia en el que no caben las reacciones racistas ni xenófobas. La seguridad no es antagonista de la libertad, sino muy al contrario, su garante. Ante la actual amenaza del terrorismo,  la defensa del binomio seguridad-libertad es imprescindible.

Debo concluir esta intervención con un mensaje de optimismo y de esperanza.

La situación económica ha ido cambiando en estos últimos años. Tras tiempos de incertidumbre y de severas dificultades económicas, estamos pasando a liderar el crecimiento en Europa. No se trata de variables macroeconómicas abstractas, sino de señales inequívocas de una recuperación, que comienza a notarse ya en el día a día de la población, en el aumento de confianza de los consumidores y en la creación de empleo neto.

Pese a todo ello, la tarea a realizar en pro de la plena recuperación económica y del empleo sigue siendo ímproba. Habremos de seguir esforzándonos al máximo y arrimando el hombro. El futuro depende de nosotros mismos y debemos construirlo entre todos. No importa que seamos una Comunidad Autónoma pequeña.

Muy al contrario,

Si tomamos ejemplo del dinamismo de los hombres y mujeres del Sector de la Elaboración Agroalimentaria, a los que hoy homenajeamos,

Si, como ellos, apostamos por la tradición y la innovación,

Si buscamos la competitividad, apoyando la investigación y la trasferencia del conocimiento,

Si somos exigentes en la eficiencia y generosos en el trabajo y en el esfuerzo solidario,

Alcanzaremos más pronto que tarde el mayor desarrollo y bienestar para nuestra Cantabria.

Es la hora de la confianza en nosotros mismos y en nuestra región.

Por todo ello, os animo a decir conmigo ¡VIVA CANTABRIA!  

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