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La ONCE y su Fundación, a través del Parlamento de Cantabria, representante de la soberanía popular, agradecen a los cántabros la confianza en la Organización.

Gustavo Seco Cagigas, presidente del Consejo Territorial y Pedro Ortiz Castillo, delegado Territorial de la ONCE entregaron José Antonio Cagigas el libro que recoge la labor desarrollada por ambas instituciones, que cumplen 75 y 32 años, respectivamente.

Esta iniciativa se enmarca en los distintos actos que la ONCE y su Fundación realizarán durante 2013 con motivo de ambos aniversarios, para agradecer a la sociedad cántabra y a todos los ciudadanos el apoyo y la confianza que tienen en la ONCE y su Fundación para que puedan seguir con su compromiso solidario con la sociedad.

La entrega de este libro al Parlamento de Cantabria es también un homenaje a quienes desde sus escaños han apoyado el trabajo que durante 75 y 25 años han realizado ambas instituciones, para, como representantes de la soberanía popular, agradecer la confianza mostrada en la labor de la Organización estos tres cuartos de siglo. La ONCE y su Fundación quieren dar a conocer que están al lado de la sociedad.

Que afiliados, vendedores, trabajadores y toda la familia de la ONCE y su Fundación están ahí, siempre que se los necesite. Desde que, en 1938, un grupo de valientes ciegos decidió que querían ser iguales a los demás, trabajar como ellos, contribuir a la sociedad, se ha llegado a la actualidad, en la que la ONCE es un modelo único en el mundo tanto en educación, empleo, cultura...

Y todo, gracias a las personas que forman la ONCE y su Fundación, y a la sociedad que nos apoya desde hace ya 75 años. El motor de la ONCE y su Fundación es la ilusión, que irradia fuerza y certeza. Y esa ilusión nos impulsó hace 25 años a extender la solidaridad de los ciegos y crear la Fundación ONCE que, en este periodo, ha generado más de 80.000 empleos para personas con discapacidad (4.100 en 2012), y ha contribuido a una profunda transformación del sector de la discapacidad en España.

El modelo de inclusión social basado en educación, empleo y plena ciudadanía, impulsado por la ONCE y su Fundación, sobre la base de la gestión del juego responsable es un ejemplo único, que ahora tratan de poner en marcha en otros países del mundo, incluso los más avanzados.

Y es un modelo que se abre al mundo: en Europa, la ONCE trabaja para que las normas comunitarias no olviden a las personas con discapacidad, con avances destacados en transporte adaptado, acceso a la cultura, accesibilidad e  inclusión educativa y laboral. En América Latina, la ONCE trabaja en 19 países y ha conseguido que personas ciegas que eran casi olvidadas, se hayan convertido en el centro de la familia y, en muchas ocasiones, su único sustento.

Se han creado más de 953 empleos para personas ciegas; se ha formado a 23.207; y 298 entidades recibieron conocimientos para fortalecer el asociacionismo y el modelo de educación y empleo sobre el que quieren basar su futuro. Las iniciativas de la ONCE en materia de educación y empleo se extienden también por otros territorios de Europa afectados por conflictos bélicos, como la zona de los Balcanes, o por África, como en los campamentos saharauis.