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CLAUSURA OFICIAL DE LOS CURSOS DE VERANO DE LA UIMP

Viernes, 07 de Septiembre de 2012

El presidente del Parlamento participó en la clausura oficial de los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, en un acto en el que fue investida Doctora Honoris Causa por la UIMP la profesora e investigadora de la Universidad Complutense de Madrid, Celia Sánchez-Ramos.

DISCURSO DEL PRESIDENTE DEL PARLAMENTO

-    Sr. Rector Mgfco. de la UIMP (Salvador Ordóñez),

-    Sr. Alcalde de Santander (Iñigo de la Serna),

-       Sr. Consejero de Educación, Cultura y Deporte (Miguel Ángel Serna)

-    Sr. Director Gral. de Política Universitaria (Federico Morán Abad),

-    Nueva Doctora Honoris Causa de esta Universidad, Dña. Celia Sánchez-Ramos, 

-    Ilustrísimas Autoridades,

-    Sras. y Sres:

Clausuramos los Cursos de Verano de la UIMP, decana en  este tipo de actividades académicas, con los sellos originarios y distintivos de esta institución universitaria: la excelencia y la internacionalidad.

Además, en la presente edición se han producido dos felices coincidencias, una efeméride histórica, la del Centenario del fallecimiento de Marcelino Menéndez Pelayo, y la Investidura, como Doctora Honoris Causa, de la gran investigadora Dña. Celia Sánchez-Ramos.

La efeméride del Centenario de la muerte de Menéndez Pelayo tiene una gran significación para esta Universidad, no tanto en virtud de su patronazgo onomástico, sino por el ejemplo  de su intensa labor de investigación. Contaba el joven Marcelino apenas 20 años y ya viajaba por  Europa, investigando en Bibliotecas y Archivos cuanto en ellos se contenía sobre  nuestros escritores, filósofos, teólogos y heterodoxos.

 Así lo acaba de ilustrar D. Benito Madariaga con la reciente publicación de las Cartas de nuestro insigne polígrafo a José María de Pereda desde Portugal e Italia.

 Son, pues, las facetas de investigador crítico y de pensador universal las que hacen de Menéndez Pelayo un referente de  excepción para esta Universidad.

El nexo que une la anterior efeméride a la investidura como doctora honoris causa de Dña. Celia Sánchez-Ramos  es, a mi modo de ver, la apuesta también de Dña Celia por la investigación, en este caso en el ámbito de la Universidad.

 Formación integral de los alumnos, Investigación Científica y Técnica, y  Trasferencia de dichos conocimientos a las Empresas, constituyen para la doctora Sánchez-Ramos los tres objetivos básicos de la Universidad.

 Su dilatado currículo en la búsqueda de nuevas tecnologías, soluciones y productos, puesto de manifiesto en la “laudatio”,  es loable y constituye un ejemplo inspirador para todos.

 Y en este contexto de la educación superior y de la investigación universitaria, no puedo eludir referirme a su necesaria aportación para superar la crítica situación económica que atravesamos, con el paro como su consecuencia más dramática.

  Hoy, más que nunca, requerimos del análisis, la reflexión y la investigación de esta Universidad, que históricamente ha sabido integrar las ideas provenientes de otros centros de investigación superior, en los ámbitos de la Ciencia, las Humanidades y la Tecnología.

Las políticas de ajuste, aunque imprescindibles, no resolverán por sí solas la grave situación en la que nos encontramos.

 En una economía globalizada, el reto reside en  la competitividad, que es sólo posible mediante la generación del conocimiento,  la investigación,  el desarrollo,  la innovación, y  la imprescindible trasferencia de sus descubrimientos al tejido productivo.

 El desafío está, pues, en el incremento del conocimiento, la alta investigación, la creatividad  y en los procesos de su aplicación a las empresas, que son las que generan puestos de trabajo.

Los países que mejor están manejando la crisis son aquellos que han sabido ligar la Investigación, el Desarrollo y la Innovación (I+D+i) al mundo de las empresas. Se trata de una nueva dimensión y de una distinta percepción social del desarrollo científico y tecnológico, en el que el objetivo final de la Ciencia y  la Tecnología se oriente a crear empleo.

Quiero resaltar, por ello, el papel fundamental del empresariado. 

Ambas figuras, la del investigador y el empresario son necesarias y complementarias.

 El empresario es un emprendedor que asume  obligaciones y  riesgos para crear riqueza y empleo. Su aspiración de obtener un beneficio económico como contrapartida a su asunción de riesgos en ningún caso debe ser reprochable ni rechazable, como lamentablemente ha sucedido con frecuencia en nuestro país,  sino que, muy al contrario, esta aspiración es legítima y justa.

La mejor política social es la creación de empleo, que a su vez supone apostar por el conocimiento y por su trasferencia al tejido productivo. Necesitamos, pues, investigación básica, investigación aplicada y empresarios que transformen las ideas y proyectos en riqueza y empleo.

Es imprescindible, por tanto, apoyar, valorar y reconocer el espíritu emprendedor de nuestros empresarios actuales y fomentar la labor de emprendimiento en el empresariado del futuro.

En nuestra región contamos, en este ámbito, con el Proyecto “Cantabria Campus de Excelencia  Internacional”, liderado por la Universidad de Cantabria, en el que, entre otras instituciones, participa también la UIMP,  y que constituye un buen referente del binomio Innovación – trasferencia del conocimiento al que me vengo refiriendo.

 El Proyecto Campus de Excelencia tiene la vocación de integrar todos los proyectos singulares que destaquen por su calidad.

 A su vez, el compromiso de trasformar Cantabria en una región del conocimiento supone la vinculación e influencia de la Universidad en toda la región. Se constituye, así, un modelo de  “Campus Integrado”, en el que el desarrollo socioeconómico de la región depende  estrechamente de la influencia de su Universidad.

 En el contexto de este Proyecto “Cantabria Campus de Excelencia Internacional”, se celebraron en esta sede, al inicio del verano, los encuentros “Cantabria Campus Nóbel”.

 La UIMP hizo gala, una vez más, de sus valores originarios de  internacionalidad y de excelencia, que han distinguido siempre a  esta Universidad.

 Aquí, en la Magdalena, se reunieron los más notables investigadores de la Ciencia, la Tecnología y las Humanidades, y en sus encuentros se dieron también cita y participaron como becados los alumnos más brillantes.

Podemos ser, pues, optimistas, apostar por esta Universidad, y estar atentos a las conclusiones de sus foros de investigación, pues es aquí donde, año tras año, se ofrecen las mejores y más innovadoras propuestas en los ámbitos científicos y tecnológicos.

Debo concluir, pero antes quiero manifestar mi sincera enhorabuena a la Profesora Celia Sánchez-Ramos, por el merecidísimo doctorado honoris causa de esta Universidad.

Reiterar una vez más las felicitaciones a la UIMP por la excelencia y variedad creciente de sus Cursos, de sus Estudios de investigación y postgrado y de sus Actividades Culturales.

Y, finalmente, trasladar a esta Institución el agradecimiento del Parlamento, en representación de toda la sociedad de Cantabria, por su magnífica labor educativa, investigadora  y cultural.

La UIMP constituye uno de los más destacados activos de nuestra región. Es la mejor plataforma de difusión de Cantabria en los ámbitos científicos y tecnológicos de todo el mundo.

Por todo ello, Sr. Rector, los cántabros nos sentimos muy orgullosos de esta singular Universidad.

Muchas gracias.